Si estás esperando un nuevo bebe o planeando otro embarazo y quieres seguir dando el pecho, probablemente tengas algunas preguntas acerca de la lactancia materna durante el embarazo. En este artículo te presentamos algunas respuestas y consejos que sabemos que te serán de mucha utilidad.
Esto es lo que debe saber si va a dar el pecho durante el embarazo
A medida que tu bebé supera su hito de los 9 meses y se acerca a su primer cumpleaños, es posible que ya estés pensando en tu próximo embarazo. Por supuesto, ¡cada madre es diferente! Sea cual sea la decisión que hayas tomado -o si aún no has pensado mucho en tener más hijos-, es lo que mejor te funciona y eso es maravilloso.
Si has descubierto recientemente que estás embarazada de nuevo o si otro embarazo puede estar a la vuelta de la esquina, probablemente tengas preguntas sobre la lactancia materna durante el embarazo. Asegurarse de que hacerlo es seguro tanto para tu pequeño como para el feto en desarrollo es imprescindible a medida que avanza el embarazo, sobre todo porque la lactancia materna libera hormonas como la oxitocina, que pueden provocar ligeras contracciones uterinas. De hecho, por eso es tan importante nuestro primer consejo para dar el pecho durante el embarazo:
Consulta primero a tu profesional sanitario.
Nunca se es demasiado precavido, especialmente cuando se trata de tus bebés. En general, la lactancia materna durante el embarazo es segura. Aunque puede haber trazas de hormonas del embarazo en tu leche, éstas no son perjudiciales para tu hijo lactante. Además, la oxitocina se libera en pequeñas cantidades durante la sesión de lactancia, por lo que no es suficiente para inducir un parto prematuro. Las contracciones provocadas por esta hormona son muy leves y rara vez aumentan la posibilidad de sufrir un aborto. Sin embargo, hay ciertas circunstancias en las que el médico puede aconsejar el destete de su hijo, como por ejemplo:
- Si su embarazo se considera de alto riesgo o tiene riesgo de aborto
- Si es portadora de gemelos o mellizos
- Si ha experimentado dolor o sangrado uterino
- Si le han aconsejado que evite las relaciones sexuales durante el embarazo
Hablar con su proveedor de atención médica será una parte crucial para determinar si debe seguir amamantando mientras está embarazada. Si no es recomendable para tu situación particular, no pasa nada: has hecho un gran trabajo y ahora es importante que tu cuerpo se prepare para el nuevo bebé y el siguiente capítulo de tu viaje de lactancia.
Siéntate o túmbate mientras das el pecho.
No es ningún secreto que la lactancia y/o la extracción de leche requieren energía, algo que puede ser difícil de conseguir tanto con un bebé como con un embarazo en desarrollo. Asegúrate de sentarte o tumbarte en un lugar relajado mientras das el pecho o te sacas la leche para tener más tiempo para descansar mientras alimentas a tu bebé.
A medida que el embarazo avanza, es posible que tengas que ser creativa y adoptar nuevas posturas de extracción de leche o de lactancia que resulten cómodas para ti y para tu pequeño.
Controla tu producción de leche.
La producción de leche de muchas madres empieza a disminuir en torno a los meses 4 ó 5 después del parto, por lo que es importante empezar a incorporar otro tipo de alimentación a la dieta del bebé.
Si el bebé está satisfecho después de la toma de leche materna y cumple con sus objetivos de crecimiento y peso, no suele haber motivos para preocuparse.
El resto de la nutrición que recibe tu bebé compensará cualquier disminución temporal o permanente de la ingesta de leche materna. Hablar con el médico de tu pequeño y/o con una asesora de lactancia experimentada puede ser especialmente útil durante este tiempo.
Una vez que llegue el nuevo bebé, es importante que reciba el calostro, es decir, tu primera leche. Teniendo esto en cuenta, puedes decidir amamantarlo primero y/o limitar temporalmente la alimentación con leche materna de tu hijo mayor durante estos importantes primeros días tras el nacimiento del nuevo bebé.
Ten en cuenta tu dieta.
A estas alturas, ya sabes lo importante que es comer bien para la salud de tu bebé, tanto durante el desarrollo del embarazo como después del parto, durante la lactancia. Sin embargo, el consumo de calorías adicionales también es crucial para ti, mamá.
Tanto el embarazo como la lactancia requieren mucha energía, por lo que es importante que te asegures de ingerir suficientes calorías para mantener tu propio bienestar general. Una regla general es:
- 500 calorías adicionales si tu hijo lactante también come otros alimentos o 650 calorías adicionales si es menor de 6 meses.
- Esto se suma a las 350 calorías adicionales que se necesitan si se está en el segundo trimestre del embarazo o a las 450 calorías adicionales que se necesitan si se está en el tercer trimestre del embarazo.
La mayoría de los profesionales de la salud coinciden en que no se necesitan calorías adicionales si se está en el primer trimestre del embarazo, lo que suele considerarse positivo para las madres que tienen náuseas matutinas.
Invierte en el cuidado de los pechos y los pezones.
Probablemente ya sepas que el dolor de pezones puede ser una dolencia frecuente para las madres lactantes, pero esto puede ser especialmente notable si estás embarazada y amamantando.
Esto se debe a que la sensibilidad de los pechos es un síntoma común del embarazo, por lo que dedicar tiempo al autocuidado es importante para el bienestar mental y físico. Tener una provisión de productos como la lanolina y las almohadillas de hidrogel puede proporcionar un alivio muy necesario, así que asegúrate de abastecerte.
En muchas situaciones, se puede dar el pecho durante el embarazo. Recuerda que, aunque estés cansada, irritable, ocupada, malhumorada o agotada, tu cuerpo está proporcionando un cuidado importante a tus bebés. Lo has conseguido, supermamá, y en Mother´s Place estamos aquí para ayudarte en cada paso (y con cada bebé) del camino.